En plenos años 50, mientras el CinemaScope
arrasaba, dos cerebritos españoles, Ángel Pérez Palacios y Aurelio Lerroux, dijeron: ¡Aquí también tenemos lo nuestro! y solicitaron la patente de unos objetivos anamórficos el 17 de noviembre de 1954, creando así el formato HispanoScope
Se produjeron dos cortometrajes y cinco largometrajes utilizando este sistema, y se readaptaron hasta media docena de títulos previamente existentes.
Películas rodadas en Hispanoscope:
Reales sitios (Francisco Centol, 1956) - cortometraje en color
Historia y cultura (Francisco Centol, 1956) - cortometraje en color
No estamos solos (Miguel Iglesias, 1956) - en blanco y negro
Los ojos en las manos (Miguel Iglesias, 1956) - en blanco y negro (película perdida)
Cuando el valle se cubra de nieve (José Luis Pérez de Rozas, 1957) - en Agfacolor
Cumbres luminosas (Josè Fogués, 1957) - en Agfacolor
Su desconsolada esposa (Miguel Iglesias, 1957) - en Eastmancolor
La copla andaluza (Jerónimo Mihura, 1959) - en Eastmancolor
Películas reestrenadas en Hispanoscope:
El escándalo (José Luis Sáenz de Heredia, 1943)
Garbancito de la Mancha (Arturo Moreno, 1945)
Mariona Rebull (José Luis Sáenz de Heredia, 1947)
El capitán Veneno (Luis Marquina, 1950)
Ronda española (Ladislao Vajda, 1951)
Calabuch (Luis García Berlanga, 1956)
En cuanto a su eficacia, el sistema experimentó una trayectoria compleja. La competencia de marcas europeas como Dyaliscope en Francia, TotalScope en Italia o Hammerscope en el Reino Unido, sumado a la incapacidad de los cineastas que lo emplearon para explotar creativamente sus posibilidades dramáticas o espectaculares, limitó su impacto.