«La cara oculta de #Neuralink: la empresa de implantes cerebrales de #ElonMusk acabó con la vida de varios monos al experimentar con ellos para sus primeros modelos»
Hay que ser muy inocente para pensar que una tecnología que, básicamente, consiste en trastear con el cerebro, no se llevaría por delante la vida de varios animales. Y el artículo solo habla de monos. A saber cuántos perros, conejos, cobayas o ratones se fueron al otro barrio durante las investigaciones.